La Fiscalía solicita a Boluarte el informe médico que explique su falta por la cirugía de rinoplastia | EL PAÍS América
A inicios de la semana, la presidenta Dina Boluarte se pronunció por primera vez sobre la cirugía a la que se sometió a mediados de 2023, en un ambiente de absoluto secretismo. La diligencia en el Ministerio Público se extendió por cuatro horas, durante las cuales la mandataria, acusada de abandono del cargo, tuvo que responder a un interrogatorio de 45 preguntas. “Esta investigación nace muerta […] Estuvo lúcida y consciente; fue una intervención menor”, enfatizó su defensa. Su abogado, Juan Carlos Portugal, argumentó que, en cuanto al postoperatorio, “la presidenta de la República utilizó sus horas de sueño como cualquier ser humano en el planeta”.
La intervención, asegura Portugal, fue el 28 de junio de 2023 y duró 40 minutos que no la limitaron en cumplir sus funciones. Lo cierto es que existen ejemplos de jefes de Estado que ante una eventualidad cedieron su cargo por un breve lapso de tiempo. En noviembre del 2021, el entonces presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se sometió a una colonoscopia de rutina y, a sabiendas de sus impedimentos, le transfirió el poder temporalmente a su vicepresidenta Kamala Harris por una hora y 25 minutos.
Este jueves la Fiscalía, a través de su área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales, le ha solicitado a la presidenta del Perú que remita en un plazo de 24 horas los documentos que certifiquen el estado de salud que la indujeron a realizarse una operación a la nariz. A mediados de diciembre, cercada por las denuncias periodísticas y la confesión de su exjefe del gabinete Alberto Otárola, Boluarte se vio en la obligación de aceptar que sí pasó por el quirófano. “No fue una intervención estética, fue una intervención necesaria para mi salud. Lo necesitaba por funcionalidad respiratoria”, dijo tras siete meses de negativas para referirse al tema, alegando que era parte de su “derecho a la intimidad”.